Prepárate para el día de los Inocentes

Se acerca el gran día que todos los bromistas esperamos, el 28 de diciembre. Este día comenzó siendo un recordatorio de la matanza de los niños menores de dos años por parte del rey Herodes en Belén.
A día de hoy en España y Latinoamérica es tradición hacer bromas entre amigos y en todos los medios de comunicación. Las televisiones suelen inventar noticias falsas ese día con la esperanza de engañar a los telespectadores.

broma
El ciudadano de a pie suele utilizar los recursos que tiene a mano. Tiendas como Fiestas y Bromas en las que se pueden encontrar todo tipo de artículos. Otras veces se hacen cosas caseras para entretenerse y disfrutarlo de manera diferente.

Ideas para utilizar sin gastar un duro

Uno de los habituales consiste en recortar la figura de una persona y pegársela a alguien en la espalda. La gente verá que lleva algo pegado en la espalda y lo reconocerá al instante como un “inocente”, alguien que ha sufrido una pequeña broma.
Ahora que casi todos tenemos llamadas que no cuestan es buen momento para bombardear a los conocidos con bromas telefónicas. La típica llamada en la que preguntas que si está Agustín en casa y al responder negativamente dices: Ah, entonces está incomodín.
Si tienes un blog o un lugar en el que escribir puedes publicar noticias falsas. Los propios periódicos y televisiones lo hacen cada 28 de diciembre. La noticia cuánto más irreal sea más risa puede causar y aunque no les engañes puedes sacarles una sonrisa.

Tiendas especializadas en artículos de broma

Estos lugares hacen las delicias de todo bromista. Pueden encontrarse en ella todo tipo de artículos para todos los bolsillos. Por poco dinero se venden productos con los que pasar un buen rato con o a costa de conocidos.
Nunca pasarán de moda las bombas fétidas con ese olor tan repugnante con el que impregna el lugar durante horas, las moscas para poner en la bebida de los conocidos y los cojines pedorreta que siempre sacan una sonrisa.
No debe olvidarse que el espíritu de este día es hacer una inocentada a conocidos pero siempre teniendo los límites claros. Hay que recordar que al día siguiente nuestros amigos seguirán enfadados con nosotros si la broma se nos fue de las manos. No es la primera vez que una amistad se rompe por una broma mal recibida, avisados quedáis.